Que desaparezca el ministerio de la juventud



¿Cómo podría ser enemigo de algo que soy parte? y no precisamente por mi edad biológica, que por cierto he dejado de ser según el artículo 3 de ley 49-00 (Hasta los 35) sino, porque estuve ahí cuando se crea la institución en el 2000, soy parte de ese texto, impulsado por la Dirección General de La juventud que dirigía Domingo Contreras a voluntad del Presidente Leonel Fernández.

Agradezco a Francia Ramirez, encargada en La Romana de la Dirección de la juventud, invitarme como representante de la sociedad civil, a la sazón era ¨perredeista, pero creía en la fortaleza de las instituciones no gubernamentales para impulsar cambios estructurales como nación. Me formaba como ente político desde Participación Ciudadana y varios grupos ambientalistas donde serví por muchos años. Entonces ese gobierno del PLD, llama a jóvenes de todos los colores partidarios, raza, sexo y religión a participar en los 4 grandes foros nacionales de juventud donde se analizó los diversos anteproyectos de ley, logrando consensuar un texto final que se convirtió en ley.

Conocimos otras experiencias de naciones hermanas; técnicos, políticos, expertos, llegaban al país a dictar conferencias sobre políticas públicas de juventud, de aquí salimos también a conocer naciones juntos a sus acciones estatales a favor de ese segmento tan especial de la población. No era experto, era yo solo un muchacho de pueblo con ideas anti sistema un tanto revolucionarias que me permitieron también un espacio y viajar a eventos mundiales; México fue el primer destino, panamá el segundo. Otros compañeros enviados a España, Francia y casi toda la América.

Al final, salió un ministerio de juventud, algo que muchos actores no queríamos. Luchamos por una ley que garantizaría derecho a empleo, al crecimiento personal y profesional, acceso a las tecnologías, al crédito para emprender nuestras iniciativas empresariales. Temíamos que un ministerio se convirtiera en un estamento para fines de politiquería, para solo engordar a los compañeros del partido, (Ahora soy del PLD) para solo hacer gestión de becas, para regalar pelotas, organizar eventos sin sazón a altos costos, para dormir antes de despertar; y así sucedió. Significar que es al presidente Hipólito Mejia quien correspondió promulgar la ley General de Juventud.

Las políticas públicas de juventud se hacen desde el estado de forma transversal, cuya responsabilidad de velar por el desarrollo de los jóvenes no es exclusiva a un ministro encumbrado en despacho en el último nivel de un edificio que aloja hombres en corbata y mujeres ¨entaconadas¨. En esto se convirtió.
Un poco más de 433 millones de pesos fue el presupuesto del pasado año del 2016 de este ministerio. Para este 2017 estará gastando unos 470 millones, dinero enfocado en pagar una nomina cercana a 500 empleados fijos, y que solo destina 165 millones al año para becas y otros beneficios directos a la población joven, el restante, será para la administración de esta red de empleos organizados sin grandes resultados. Solo valorado de forma especial el premio a la excelencia juvenil Juan Pablo Duarte, la cual es gran fomento de crecimiento para los participantes y el resto del país que nota los buenos ejemplos premiados en todo el territorio nacional.

El Ministerio de Juventud deberá desaparecer, especialistas plantean la creación del ministerio de la familia, donde se fusione con otras instituciones como CONANI y Mujer. Me parece ideal.

Andy Omar Johnson



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