Medio Ambiente libera tortugas carey en aguas del Parque Nacional Cotubanamá.

La Romana. Isla Saona. En las últimas dos semanas se ha realizado, en las costas del Parque Nacional Cotubanamá, la liberación asistida de más de 200 tortugas carey. La primera de estas liberaciones fue realizada desde el Hotel Catalonia en Bayahibe, y contó con la participación de la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar), representada por Rita Sellares, el Hotel Catalonia, en la persona de su encargado de Medio Ambiente, Wilfrido Rodríguez, y la Dirección Provincial de Medio Ambiente La Romana, encabezada por su Director Alberto Pujols y Pablo Javier, administrador parque Cotubanamá.

La segunda liberación, de unas 139 tortugas, se realizó en Mano Juan, pueblo de pescadores en la isla Saona, donde el señor Pelagio (mejor conocido como Negro) personal del ministerio de medio ambiente, conserva los huevos para protegerlos de los insectos, animales y humanos depredadores que amenazan su subsistencia. Luego de la eclosión, se trasladan las tortugas al lugar de donde se tomaron los huevos para que ellas mismas busquen su camino al mar, debido a que biológicamente las hembras que logran sobrevivir regresan al lugar de origen del nido.

La importancia del cuidado y la protección de los huevos hasta el momento en que eclosionan está en el hecho de conservar las tortugas por su condición de especie en peligro de extinción. Estas liberaciones se producen al caer el sol, evitando así que las recién salidas del cascaron se conviertan en presas de las aves y demás depredadores.

El apareamiento de esta especie se produce cada dos o tres años y el largo proceso de anidación dura de una a tres horas. Al igual que otras especies de tortuga, esta sale del mar para buscar un lugar adecuado y realizar el desove. Pasados dos meses, abandonan el cascarón para ir en busca del agua.

Mientras están en tierra, los huevos están propensos a convertirse en el alimento de cangrejos, gaviotas, mapaches, culebras, ratas y por supuesto, del hombre, quien ha propiciado que esta especie esté a punto de desaparecer, pues la captura tanto para consumir su carne, como por el caparazón y los múltiples usos decorativos que se le da.