NUEVA ZELANDA (Redacción) - Un consumidor explotó de rabia por la trampa que un local de comidas rápidas hace para vender sus sándwiches. Su publicación de Facebook se viralizó rápidamente.
Paul Gibbs, un hombre que vive en Nueva Zelanda, puso en evidencia la trampa que muchos locales de comidas rápidas hacen para engañar a sus clientes.
El damnificado fue a almorzar a un local de la cadena Bobs Lunchbar y compró un apetitoso sándwich que venía con trampa: parecía contener una buena ración de jamón cocido, queso y tomate.
Sin embargo, cuando empezó a revisar el contenido de su comida se llevó una indignante sorpresa. La empresa colocó varias tiras extra de jamón y queso de un lado, para que el contenido pareciera más abundante.
"Miren este sándwich que compré en el Bobs lunchar. Un claro ejemplo de lo que puede engañarte la publicidad", escribió indignado.
Más de 2.000 usuarios de Facebook compartieron la campaña de protesta de Gibbs para que los locales de comidas rápidas dejen de atraer clientes con publicidad engañosa.
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