El dolor de dientes es la causa más frecuente de consulta en las clínicas odontológicas, pero hasta acudir al dentista la molestia en la boca podría ser muy molesta. Entre los consejos caseros más conocidos para mitigar el dolor figura la salmuera, básicamente agua tibia con sal.
"Esta solución ayuda a drenar las infecciones y a calmar los tejidos blandos de la boca", dicen los especialistas que, además, es muy fácil de preparar.
Se debe tomar dos cucharadas de sal en un vaso con agua tibia, dejar que se disuelva y hacer enjuagues bucales. Si el dolor es muy fuerte, dejar el liquido en la boca por algunos minutos.
Otra técnica que proporciona alivio inmediato es aplicar aceite de clavo de olor sobre el diente dolorido. "El clavo tiene una propiedad anestésica que ayuda en estos casos. Sin embargo, el dolor de diente quiere decir que algo no va bien en la boca y un dentista debe ser consultado", advierten.
En la mayor parte de los casos, el dolor de dientes está asociado con la caries dental o con alguna infección. Sin embargo, algunos casos pueden estar relacionados con la sensibilidad por retracción de las encías, el desgaste del esmalte, traumatismos, infecciones de los senos, dolor de oídos, entre otros.
Cuidado con la mala higiene bucal
Y es que muchos de estos desagradables dolores pueden ser evitados si mantenemos unos correctos hábitos de higiene oral. La caries, al igual que otras inflamaciones, tales como la gingivitis, sólo aparecen cuando se forma la placa dental, una película pegajosa e incolora que se forma a partir de los restos de alimentos y de las bacterias que no se eliminan durante el cepillado.
"Podemos decir que muchos de los problemas dentales se deben a la falta de buenos hábitos de higiene como el cepillado, el uso del hilo dental todos los días y las visitas periódicas al dentista", concluyen.
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