ESTADOS UNIDOS (Redacción) - Jason McDonald quedó destrozado cuando su novia lo dejó un 14 de febrero -día de San Valentín- porque se avergonzaba de tener un compañero obeso.
Jason llegó a pesar 228 kilos y llegó a sufrir graves problemas de salud, además de perder a la mujer a la que amaba. Su apodo era "Big Mac", por la cantidad de hamburguesas que podía comer.
Sin embargo, cuando su chica lo dejó, recibió un baldazo de agua fría. La joven le dijo que "le daba vergüenza lo obeso que era".
"Cuando mi ex me dejó quedé destruido. Pensé que era el final para mí. Ella me tenía convencido de que nadie más me amaría y que era una completa vergüenza. Me dijo que sus amigos creían que estaba conmigo sólo porque ella tenía baja autoestima. También me dijo que no le gustaba hacer ciertas cosas debido a mi tamaño, desde tener intimidad hasta salir en público. Fue realmente cruel", recordó el joven.
Entonces, en vez de deprimirse y tirarse al abandono. McDonald realizó un giro drástico en su vida: dejó las hamburguesas y la comida chatarra en el pasado y comenzó una rigurosa dieta, acompañada de entrenamiento físico diario.
El resultado salta a la vista sólo con comparar las imágenes. Y no sólo eso, sino que también encontró nuevamente el amor al lado de una joven que lo quiere tal cual es.
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